Aquí, si uno no usa el botafumeiro la gente se le “repía”. Lo digo a
cuenta de la carta que envió ayer a “Opinión ciudadana” Antonio Iglesias
Izquierdo, que me pone “a parir” porque no le “doy jabón” a sus superiores.
Estimo que ese cometido puede quedar para él, que tiene obligación con
ellos, pero no para mi que, como hombre
de la calle que confiesa saber muy pocas cosas puede no estar de acuerdo con lo
poco que conoce de la nueva ordenación de tráfico en Cáceres. Ni soy técnico ni
pretendo serlo, Soy un ciudadano que va a sufrirla y, por tanto, puede opinar
muy libremente sobre el tema como simple hombre de la calle.
¿Qué les he llamado “interfectos” y no están muertos? Pues mira, es
una forma popular de hablar. También se dice ahora “tío” no siendo ni siquiera
parientes y no pasa nada. Lo menos que debe tener un “traficante” (entiéndase:
un entendido en tráfico, que bien demostrado queda que uno habla mal) es
sentido del humor y no tomar el rábano por las hojas.
Deseo que la carta aludida le valga una buena nota en su expediente al
comunicante y olvido las ofensas personales que pudiera contener… porque hasta
ahí podríamos llegar.
Y ya en un tono que podríamos llamar general, quiero aclarar que esta
ventana, y el “ventanero” que se asoma a ella, no tratan de sentar cátedra de
nada sino más bien observar y oír lo que el hombre de la calle dice y opina de
las cosas, recogiendo en lo posible su modo de decir que, si no es académico
—porque no consulta el Diccionario de la Lengua en cada momento— sí es
entendible para la mayoría, utilizando en lo posible un sentido del humor que,
desgraciadamente, no todos tienen ni comprenden… porque las gentes utilizan más
el “humor acuoso” —que es donde brotan las lágrimas— que el otro humor que es,
sin acritudes ni ánimo de ofensa a nadie, un modo de ver las cosas con mejor
talante… Y perdónenme ustedes “el modo de señalar”.
Diario HOY, 14 de noviembre de 1980
Fernando
García Morales recibió, de vez en cuando, réplicas al contenido de algunas de
sus “Ventanas” aunque solo contestó en rarísimas ocasiones. No vamos a
reproducir las réplicas más que en los casos en que Fernando contestara a las
mismas a través de otra “Ventana” y ello solo para que el lector entienda el porqué de esa "Ventana".
En este
caso, esta carta fue el origen de la Ventana transcrita más arriba:
La ordenación del tráfico
La crítica, cuando es
constructiva y bienintencionada suele ser casi siempre positiva; pero cuando es
acerba y despiadada, es totalmente destructiva, Este sentido negativo, a mi
entender, es el que presenta la crítica de aquellas personas que, dándoseles de
“muy doctas” en cualquier materia, se permiten el lujo de criticar de todo sin
tener, la mayoría de las veces, la más… idea (con perdón) de aquello que
critican La única intención que les anima es crear polémica y malestar y,
naturalmente, salir gratuitamente en la prensa.
Entiendo amigo Fernando que,
para criticar, en principio hay que estar documentado y tener un mínimo de
conocimiento sobre aquello que se critica y, en segundo lugar, hay que tener
elegancia para hacerlo. En mi opinión, considero que te han faltado las dos
cosas por lo que respecta al proyecto de ordenación del tráfico en Cáceres.
Me atrevería a afirmar que tan
sólo has leído del proyecto lo que ha publicado la prensa local y regional, y
con este insignificante bagaje no puede uno lanzarse por un camino tan arduo
como es la crítica.
¿O acaso has leído la memoria
del proyecto y consultado los planos y documentación aneja, y lo que sucede es
que no lo has “digerido” (con perdón)?
Porque en ella se dan detalles pormenorizados de las soluciones posibles para
resolver algunos de los problemas que tiene planteados la ciudad, tales como:
mayor número de aparcamientos reales, descongestión de tráfico en las zonas
conflictivas, desvío del tráfico pesado para alejarlo del centro lo posible,
puntos semafóricos, conservación de la belleza y armonía del casco antiguo,
líneas de transportes urbanos, zona de carga y descarga efectivas, mayor
rapidez de desplazamiento, zonas peatonales, accesos al mercado de abastos,
Plaza de América… Para qué seguir.
Cuando el Excmo. Ayuntamiento, a
través de sus técnicos y ediles, solicitó la colaboración de la Dirección
General de Tráfico para este menester, es obvio que no podían hacerlo ellos
solos. Claro que, pienso que no te consultaron a ti ni contaron con los
“prácticos” famosos del Municipio, porque de lo contrario otro gallo les
hubiera cantado, y los “sabios” de tráfico, como tú los llamas no hubieran
tenido un “embarazo” tan largo, ni hubieran tenido que “parir” este proyecto
que, según tu opinión, es un “feto malparido”.
Creo que tu interés por conocer
el “alumbramiento” del proyecto haya sido el normal, como en cualquier hijo de
vecino, mas nunca “científico”, puesto que de tus palabras se deduce que tal
calificativo no puede acompañar a tu interés.
Para finalizar, querido
Fernando, te diré que, para escribir en la prensa con la asiduidad que tú lo
haces, es preciso conocer las más elementales reglas del lenguaje y el
significado de las palabras que se utilizan, porque sabrás que los
“interfectos” no pueden perdonarte nada, ya que dicho adjetivo, que a veces se
utiliza como sustantivo, designa a las personas muertas violentamente (según el
diccionario) y, en este caso, personas que han elaborado tal proyecto están
“vivitas y coleando” como se suele decir por estos pagos… con perdón. ANTONIO
IGLESIAS IZQUIERDO. D.N.I. xxxxxx.
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