domingo, 4 de junio de 2017

El “humor acuoso”… y el otro


Aquí, si uno no usa el botafumeiro la gente se le “repía”. Lo digo a cuenta de la carta que envió ayer a “Opinión ciudadana” Antonio Iglesias Izquierdo, que me pone “a parir” porque no le “doy jabón” a sus superiores. Estimo que ese cometido puede quedar para él, que tiene obligación con ellos,  pero no para mi que, como hombre de la calle que confiesa saber muy pocas cosas puede no estar de acuerdo con lo poco que conoce de la nueva ordenación de tráfico en Cáceres. Ni soy técnico ni pretendo serlo, Soy un ciudadano que va a sufrirla y, por tanto, puede opinar muy libremente sobre el tema como simple hombre de la calle.
¿Qué les he llamado “interfectos” y no están muertos? Pues mira, es una forma popular de hablar. También se dice ahora “tío” no siendo ni siquiera parientes y no pasa nada. Lo menos que debe tener un “traficante” (entiéndase: un entendido en tráfico, que bien demostrado queda que uno habla mal) es sentido del humor y no tomar el rábano por las hojas.
Deseo que la carta aludida le valga una buena nota en su expediente al comunicante y olvido las ofensas personales que pudiera contener… porque hasta ahí podríamos llegar.
Y ya en un tono que podríamos llamar general, quiero aclarar que esta ventana, y el “ventanero” que se asoma a ella, no tratan de sentar cátedra de nada sino más bien observar y oír lo que el hombre de la calle dice y opina de las cosas, recogiendo en lo posible su modo de decir que, si no es académico —porque no consulta el Diccionario de la Lengua en cada momento— sí es entendible para la mayoría, utilizando en lo posible un sentido del humor que, desgraciadamente, no todos tienen ni comprenden… porque las gentes utilizan más el “humor acuoso” —que es donde brotan las lágrimas— que el otro humor que es, sin acritudes ni ánimo de ofensa a nadie, un modo de ver las cosas con mejor talante… Y perdónenme ustedes “el modo de señalar”.
Diario HOY, 14 de noviembre de 1980

Fernando García Morales recibió, de vez en cuando, réplicas al contenido de algunas de sus “Ventanas” aunque solo contestó en rarísimas ocasiones. No vamos a reproducir las réplicas más que en los casos en que Fernando contestara a las mismas a través de otra “Ventana” y ello solo para que el lector entienda el porqué de esa "Ventana".
En este caso, esta carta fue el origen de la Ventana transcrita más arriba:

La ordenación del tráfico
La crítica, cuando es constructiva y bienintencionada suele ser casi siempre positiva; pero cuando es acerba y despiadada, es totalmente destructiva, Este sentido negativo, a mi entender, es el que presenta la crítica de aquellas personas que, dándoseles de “muy doctas” en cualquier materia, se permiten el lujo de criticar de todo sin tener, la mayoría de las veces, la más… idea (con perdón) de aquello que critican La única intención que les anima es crear polémica y malestar y, naturalmente, salir gratuitamente en la prensa.
Entiendo amigo Fernando que, para criticar, en principio hay que estar documentado y tener un mínimo de conocimiento sobre aquello que se critica y, en segundo lugar, hay que tener elegancia para hacerlo. En mi opinión, considero que te han faltado las dos cosas por lo que respecta al proyecto de ordenación del tráfico en Cáceres.
Me atrevería a afirmar que tan sólo has leído del proyecto lo que ha publicado la prensa local y regional, y con este insignificante bagaje no puede uno lanzarse por un camino tan arduo como es la crítica.
¿O acaso has leído la memoria del proyecto y consultado los planos y documentación aneja, y lo que sucede es que no lo has  “digerido” (con perdón)? Porque en ella se dan detalles pormenorizados de las soluciones posibles para resolver algunos de los problemas que tiene planteados la ciudad, tales como: mayor número de aparcamientos reales, descongestión de tráfico en las zonas conflictivas, desvío del tráfico pesado para alejarlo del centro lo posible, puntos semafóricos, conservación de la belleza y armonía del casco antiguo, líneas de transportes urbanos, zona de carga y descarga efectivas, mayor rapidez de desplazamiento, zonas peatonales, accesos al mercado de abastos, Plaza de América… Para qué seguir.
Cuando el Excmo. Ayuntamiento, a través de sus técnicos y ediles, solicitó la colaboración de la Dirección General de Tráfico para este menester, es obvio que no podían hacerlo ellos solos. Claro que, pienso que no te consultaron a ti ni contaron con los “prácticos” famosos del Municipio, porque de lo contrario otro gallo les hubiera cantado, y los “sabios” de tráfico, como tú los llamas no hubieran tenido un “embarazo” tan largo, ni hubieran tenido que “parir” este proyecto que, según tu opinión, es un “feto malparido”.
Creo que tu interés por conocer el “alumbramiento” del proyecto haya sido el normal, como en cualquier hijo de vecino, mas nunca “científico”, puesto que de tus palabras se deduce que tal calificativo no puede acompañar a tu interés.
Para finalizar, querido Fernando, te diré que, para escribir en la prensa con la asiduidad que tú lo haces, es preciso conocer las más elementales reglas del lenguaje y el significado de las palabras que se utilizan, porque sabrás que los “interfectos” no pueden perdonarte nada, ya que dicho adjetivo, que a veces se utiliza como sustantivo, designa a las personas muertas violentamente (según el diccionario) y, en este caso, personas que han elaborado tal proyecto están “vivitas y coleando” como se suele decir por estos pagos… con perdón. ANTONIO IGLESIAS IZQUIERDO. D.N.I. xxxxxx.

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