sábado, 3 de junio de 2017

El político “sabañón”


Los tiempos tienen sus modas y sus modos. Lo que era válido para hace escasamente unos años, es ahora todo lo contrario En los Gobiernos anteriores a los de la democracia, recordamos la frase que el pueblo solía emplear para señalar al que tragaba solo a medias las doctrinas que entonces estaban en moda: “Este es un poco rojillo”, se decía entonces para señalar al que siendo buena persona no comulgaba del todo con las doctrinas políticas en boga aquel entonces. No había aspecto peyorativo serio en la designación de “ser un poco rojillo”, ya que a veces se empleaba hasta como broma.
Ahora hemos dado la vuelta a la tortilla y la moda ha cambiado y en vez de decir “este es un poco rojillo” se dice ahora “este es un poco franquista”. La frase, si lo pensamos bien, tampoco puede tener nada peyorativo, puesto que cuarenta años de un régimen no se escamotean en la historia de un pueblo como se escamotea un conejo en la chistera de un mago, y quiérase o no la mayoría de los españoles conocieron ese régimen, vivieron en él, nacieron durante el mismo y no tuvieron otro medio de formarse —excepto los que estaban fuera, que era una minoría— o los niños que cuentan ahora no más de cinco años, que fueron los únicos que por haber nacido en otra etapa histórica pueden afirmar con razón que no conocieron ni compartieron aquello.
En el fondo, los españoles de cualquier ideología siguen teniendo al menos una “curiosidad” por el tiempo inmediatamente pasado, y de ahí el éxito de publicaciones como “Viva Franco (con perdón)”, de Vizcaíno Casas, o “Nosotros los Franco”, de Pilar Franco. Y este éxito editorial es a cualquier escala, porque en  Cáceres mismo es difícil hacerse de un ejemplar de esos libros, porque se agotan continuamente… ¿Por qué esa apetencia o curiosidad a un tiempo pasado? Pues porque todos, queramos o no, vivimos aquello que no tuvo ni tanto malo, ni tanto bueno como algunos políticos nos quieren hacer creer… Y lo malo es que los más reacios a esa apetencia o curiosidad son los políticos “tipo sabañón”, a los que se llama así porque nacieron en la Falange, se adhirieron al Movimiento y ahora últimamente se están poniendo rojos…. ¿Y que a dónde vamos con estos razonamientos? Pues a que debemos encarar el futuro según viene, sin filias ni fobias a lo pasado, que no fue más que un “tramo” de las escaleras en que ahora estamos encaramados y en las que el futuro decidirá si “nos damos el morrón” o seguimos subiendo escalones, que dicho de otro modo es mirar hacia adelante, sin cuestionar tanto lo pasado.
Diario HOY, 5 de noviembre de 1980

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