Verás tú cómo a cuenta de 71 pesetas —que hoy se gasta cualquiera en
pipas—, vamos a tener dificultades en el proyecto de urbanización de las
barriadas periféricas acogidas al plan de obras y servicios de 1980. Lo
advirtió el secretario del Ayuntamiento, don Rodrigo García Frutos, en el último
pleno municipal. Y, oiga, no es que don Roberto sea un meticuloso —que lo es—,
sino que su deber es informar con pelos y señales de lo que puede suceder a
poco que nos deslicemos.
“Con la venia —dijo—, mi deber es advertir que en este presupuesto si
nos pasamos en setenta y una pesetas podemos tener dificultades.”
Vean ustedes la meticulosidad de don Roberto. No dijo siquiera veinte duros,
o setenta y cinco pesetas, que son cifras redondas, sino setenta y una. Ni un céntimo
más ni un céntimo menos. Ni que decir tiene que todos los que asistíamos al
pleno tiramos de cartera para decir: “Don Roberto, que por las setenta y una
pesetas no quede, que yo las pongo.” Lo hicimos hasta “los chicos de la
prensa”, que no andamos nunca muy sobrados d dinero… Pero se nos adelantó el
primer teniente de alcalde Jesús Guirau, que le largó veinte duros a don
Roberto —privilegios del cargo— y que éste tomó musitando algo así como: “Al
terminar le doy las veintinueve pesetas que sobran.” Caras de envidia surgieron
en los portavoces de los diversos grupos políticos municipales por no haber
llegado a tiempo a esta especie de “socorro” que pedía don Roberto. Hasta
adivinamos que el grupo comunista, por ejemplo, va a ser capaz de montar una
proposición en la que, más o menos, se diga que no es lícito que esa demasía la
pague un solo partido y menos el de UCD, que está en el poder, y pueda pensarse
que abusa de ello, sino que debería hacerse una “”corrobla” o “escote” para que
cada partido pague su parte de esas 71 pesetas en proporción a los escaños de concejal
que cada uno mantienen. A la proposición habría que unir un largo estudio técnico
en el que se buscara la “fórmula tipo” de aportación de cada concejal, que
siendo en total 25, nos daría la cifra de dos pesetas con 84 céntimos por barba
(queremos decir por cabeza que María Eugenia no tiene barba). Si tenemos en
cuenta que UCD tiene 10 concejales, su aportación sería exactamente de 28,40
pesetas; a los del PSOE les corresponderían 25,56 pesetas; a los independientes,
sólo cuatro, 11,36 pesetas, y los comunistas, sólo dos, —que serían los mejor
librados—, habrían de aportar 5,68 pesetas… Esto es lo justo y lo cabal y no
los “paternalismos” de UCD que quiere siempre llevarse el gato al agua… ¡¡Hasta
ahí podríamos llegar”.
Diario HOY, 13 de noviembre de 1980
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