Nada hay nuevo bajo el sol, aunque cada generación crea que ha
inventado cosas tan permanentes en cada una de ellas como el amor, la poesía,
las dudas, el mismo “rock” que es de generaciones anteriores, o el mismo “Canto
de la alegría” que lo inventó Beethoven, aunque las actuales generaciones crean
que es una canción actual… Tan es así, que ni el “pasotismo” es un invento de
ahora, lo que pasa es que esa manera de hablar o conducirse se ha llamado antes
de modo distinto, como: chulesco, lumfardo, “mataburro-lumía” —en Argentina—,
barriobajero, atorrante, etc., pero en definitiva era un “hablar protesta” con
el que generaciones anteriores quisieron distinguirse de la sociedad que
entonces les rodeaba.
Esa forma chulesca de pedir un vaso de vino diciendo: “pásame un
vidrio” no es nueva, como no lo es la forma de pedir lumbre con la frase:
“incinérame el cilindrín”, o recordar refranes chulescamente como “a montura donada
no le mires el incisivo” o “en mui fechada no entran dípteros”, etc., etc.,
formas de hablar que fueron de “pasotas” anteriores aunque entonces no se
llamaran así, porque lo que sí es cierto es que cada joven generación se cree
inventora del amor, de una nueva forma de ser o de decir, y en el fondo no hay
nada de eso, sino el engaño de encontrar un estímulo diferencial de la vida
que, aunque sea un espejismo, ayuda a seguir viviendo.
Y freno aquí, porque “no quiero enrollarme, tío, aunque lo que digo es
la fetén. Te lo prometo”.
Diario HOY, 15 de enero de 1981
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.