Decía Ramón J. Sender en el espacio televisivo “El Oeste Español”,
referido a California, y que dicho sea de paso, tenía una calidad informativa
para los propios españoles de ahora indiscutible. Decía, repetimos, que si
cualquier otro pueblo de Europa, hubiera conquistado y colonizado, como el
español (y aparte de la América restante) la mitad de los actuales Estados
Unidos, presumiría justamente de algo de lo que no presumimos los actuales
españoles.
Para mi las motivaciones radican en la falta de formación histórica de
los actuales españoles más que en nuestras propias virtudes de sencillez. Hace
ya lustros y lustros que en las historias que se estudiaban en nuestras
escuelas y en nuestros centros de enseñanza, no se hablaba nada —o muy de
pasada— de la conquista, colonización y paso de nuestra cultura fuera de la
Península, por lo que las actuales generaciones de españoles saben bastante
menos de esa historia que las generaciones americanas y cuando un español tiene
la suerte de recorrer la América va de sorpresa en sorpresa y casi
preguntándose para sí: “¿Y cómo esto no lo enseñan en España?” Cosa que, claro
es, no va a confesar a los demás y se agarra a la facilidad de la sencillez de nuestro
modo de ser en vez de decir: “es que allí los que enseñan no tienen ni idea”.
Dicho esto, tenemos que señalar otra cosa que también nos llamó la
atención y es que allí, en California, se sigue jugando públicamente a la
“Lotería” de cartones, al modo español y “cantada” en español, sin caer en el
extranjerismo nuestro de llamarlo “Bingo”, cuando la lotería de cartones y
llamada así precisamente, “Lotería”, la inventamos nosotros.
Lo mismo cabría decir de las modas y modos que aquí se nos imponen por
nuestra estulticia, como aquella que recordarán ustedes del “streaking”, que
era recorrer las calles desnudo, y que hasta estuvo de “moda” en algún tiempo
en Cáceres. Esa gamberrada con nombre extremeño, se hacía de antiguo en la
fiestas al aire libre de nuestros pueblos, pero aquí se llamaba a los que se
desnudaban los “coretis” (por aquello de
ir en cueros) y era eso una simple gamberrada de mozos borrachos, que volvió a
hacerse de nuevo por tener un nombre extranjero… Así nos luce el pelo.
Diario HOY, 3 de febrero de 1981
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