Nos están arreglando las Navidades al nuevo estilo, que parece ser se
ha puesto en moda ahora, que es subirnos todos los artículos, poniéndonoslas
más difícil todavía, por si no lo estaban ya suficiente. Podría hasta
inventarse un “slogan” para colgarse de los productos de consumo, al igual que
se hacía años atrás con aquellos cartelitos de “precio estable”, pero que en
este caso dijera: “Hoy te cuesto más que ayer, pero menos que mañana”… Porque,
oiga, esto no hay quien lo pare: la peseta para abajo, los precios para arriba,
y la Hacienda apretando. Todo un serial de desgracias para narrarlo en “Grandes
relatos”.
Pero lo peor es que no acabamos de dejar el triunfalismo a un lado,
Ayer, por no ir más allá, el preboste de turno que nos dio la mala uva de la
subida de los carburantes en la televisión, decía que gasolina teníamos mucha,
pero que había que ser realistas y tener también en cuenta que hay que
ahorrarla, para agregar que desde la última subida se ha notado cierta
tendencia al ahorro de todos los carburantes… ¡Toma este!, y cuando está a mil
pesetas el litro, el ahorro será total, porque excepto los políticos, ministros
y potentados no volverá nadie a utilizarla… Lo que habría que decir es qué
clases sociales, qué economías habían tenido ya que prescindir del coche,
teniendo en cuenta que en muchas ocasiones, y sobre todo entre los obreros, el
coche es, en muchos casos, una herramienta más de trabajo…
Y luego, para acabarlo de arreglar, está la nueva norma de que los
funcionarios sólo tendrán veinte minutos para tomar café, teniendo que estar
“dando el callo” el resto de la jornada, con lo que no van a tener el agarre
que hasta ahora tenían, ese de: “en el sueldo nos engañarán, pero en el trabajo
se van a ver negros”… Total, que va a pasar lo que decía aquel preso,
delincuente habitual, que cuando vio que las normas de la prisión se estaban
poniendo muy duras comentaba con un compañero: “¡Chacho, esto se está poniendo
que no va a poder venirse por aquí”…. Aunque en lo de los funcionarios, si no
se queda sólo en teoría, la cosa no está demás.
Total, que como siga así la cosa la Navidad se nos va a presentar muy
difícil… ¿Dónde va a estar el espíritu navideño si aprovechan las fechas para
darnos estos disgustos? Porque para la cena de Nochebuena no se puede hablar ya
de pavo. Si acaso de sopas de ajo… pero al paso que van, va a tener que ser un
plato sin ajo y sin sopa… Yo, de momento, me he comprado ya la zambomba porque
me han dicho que también van a subir.
Diario HOY, 6 de diciembre de 1980
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