viernes, 16 de junio de 2017

El bilingüismo y mi ídolo peliculero


Yo que me he visto todas sus películas de cuando era “cow-boy” o vaquero —para decirlo en cristiano—, no puedo perdonarle a Ronald Reagan, eso de que su primera medida de gobierno —o una de las primeras— haya sido decretar el suprimir el bilingüismo a escala oficial en los Estados Unidos. Para entendernos, suprimir la enseñanza del español que, sin embargo, Carter —que parecía menos amigo nuestro y menos peliculero— había decretado con muy buen sentido, si tenemos en cuenta que mucha de la población de Estados Unidos es de origen hispano y hablan —en muchos casos exclusivamente— el español.
Precisamente de este problema nos habló en alguna ocasión el sacerdote cacereño don Marcelo Blázquez, que es un “pater” en dos prisiones del Estado de Albany, en las que se daba el caso de que —antes de estar él— las cartas dirigidas en español a los reclusos se rompían, simplemente por no llegar en el idioma oficial, asunto que solucionó el bilingüismo porque también el español se aceptaba como tal idioma oficial. Ahora no sucederá así y a mi, que he seguido la carrera de actor de Reagan y hasta le he admirado en sus cabalgadas y tiroteos, me duele que mi ídolo peliculero me salga un poco “rana”.
Y conste que no me lo explico, porque cuando lo de los rehenes, él saludó y habló en español a uno de ellos, a James López, que era de origen español o hispano, porque parece que Reagan habla algo el español (aunque luego se quede en que sabe decir: hola, adiós, gazpacho y chuchara) en fin, que yo me sentí orgulloso con que hubiera hecho esa “machada” y me dije: “Si por algo lo tenía yo de ídolo peliculero”.
Yo reconozco que estas cosas del cine tienen sus quiebras, y mi ídolo unas veces ha hecho de “bueno” y otras de “malo”… y no lo hacía mal en ninguno de los dos papeles… Si ahora en la vida de presidente va a ser “bueno” o “malo”, ya lo diremos cuando acabe “la cinta”…
Lo que sí haría, si yo tuviera mando, es decretar que en las bases americanas de España no se hablara oficialmente más que el español… y si ustedes quieren y para ponérselo más difícil, español y euskera… Para que se fueran enterando… Pero, en fin, habrá que esperar a saber cómo acaba la película del presidente.
Diario HOY, 6 de febrero de 1981

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