jueves, 22 de junio de 2017

El misterioso subsuelo cacereño

(Incluida en el libro “Ventanas a la Ciudad”)
Según nos mostró Ángel Álvarez, en las obras que se han llevado a cabo en el palacio de Godoy —antigua “Casa de la Madre”— para adaptarlo a residencia del INAS, apareció una galería subterránea a la que se llegaba por una escalera de caracol, cuyo final no llegó a descubrirse porque se perdía en las profundidades bajo la calle Sande y continuaba en dirección a San Blas, pero como el final no llegó a encontrarse se optó por tapiarla y dejarla con su incógnita.
Este hecho, del que han sucedido un montón de ellos a lo largo de los años, viene a demostrar que nuestra amurallada ciudad medieval tenía un montón de galerías y puertas de escape que siguen ignoradas de todos, así como tenían también galerías los palacios del entorno. Por recordar algunas comenzaremos a decir que, según la tradición, la toma definitiva de Cáceres que hizo Alfonso IX de León fue precisamente por un pasadizo, cuyo arranque se conoce y se enseña; pero además de ésta, hay un montón de galerías más que han ido apareciendo al realizar diversas obras que vienen a demostrar que nuestra ciudad era un recinto militar con muchísimas galerías y puertas de escape que permanecen enterradas o destruidas. En la Huerta del Conde existe la “Cueva de la Rana”, que al decir de algunos —y sin que nadie la haya recorrido en su totalidad— era una de las salidas subterráneas de Cáceres. Cuando hace años se hicieron obras en la Plaza Mayor se cortó otra galería que, bajo la Torre de Bujaco, continuaba hacia el centro de la ciudad antigua; se especuló con que podría ser una comunicación entre el Palacio Episcopal de la época del obispo Galarza con la torre de Galarza en la Concepción, pero se cerró sin que nadie llegara a recorrerla. Al arreglar el tejado de la Concatedral apareció una escalera de caracol que llegaba a él desde no se sabía dónde, porque el resto estaba cegado, pero se pensó que pudiera ser entrada a algún otro pasadizo. En las obras del “Foro de los Balbos” apareció una especie de puerta de escape como salida de la muralla, que también se cegó; otra puerta excusada se cegó en el actual palacio del Comendador, cuando las obras de adaptación para sede de la Delegación de Información y Turismo. La mayoría de estas galerías subterráneas estaban encaladas y en buen estado en algunos tramos. La misma designación de un palacio como “Casa de los Trucos” parece ser que indica algún artilugio de escape del propio palacio... En fin, que en el subsuelo permanece enterrado y guardando celosamente su misterio, una red de galerías que no conocemos, ni llegaremos a conocer, de un Cáceres desconocido que es sin duda otro asombro más para los propios cacereños.
Diario HOY, 24 de marzo de 1981

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