domingo, 25 de junio de 2017

Explicaciones que no lo son


En la “ventana” del pasado día 8 comentábamos el hecho ocurrido en la Hostería del Comendador. Tras narrar cómo a un escolar le habían pedido diez pesetas por un vaso de agua, decíamos textualmente: “desearíamos equivocarnos y que alguien nos dijera que estábamos errados (sin hache) y que tal noticia no se había producido”. Hacíamos también unas consideraciones sobre la función de las hostelerías y paradores nacionales que habían surgido para promocionar el turismo y no para cargárselo, — preguntando al final si sucedía algo de esto en nuestra hostería… Bien sabe Dios que nuestro deseo es que la hostería funcione con arreglo a los principios que nosotros estimamos fueron los de su creación —ya expresados— y no lo contrario. Así las cosas nos complació recibir una carta firmada por el delegado de personal de dicha hostería, don Francisco Bernabé. Al rasgar el sobre nos dijimos: “Sin duda don Francisco nos va a aclarar todo y nosotros vamos a tener mucho gusto de insertar sus declaraciones y sus propósitos de ese magnífico funcionamiento de la hostería que todos deseamos”. Pero imaginen cual ha sido nuestro asombro al comprobar que en la carta del señor Bernabé se nos indica que a otro medio de difusión se ha enviado un informe de cómo ocurrieron los hechos (pero que a nosotros no nos explica ni aclara), y agrega refiriéndose a nuestra “Ventana” anterior: “En ese comentario se hace un breve comentario de todo lo que se ha ido publicando por algunas partes de la prensa nacional, en contra de nuestra magnífica Red Nacional de paradores, orgullo nacional” y termina con esta frase: “Sucede algo de eso en la hostería? Usted, don Fernando, es el más indicado para saberlo ya que frecuentemente visita la Hostería del Comendador”.
Con eso y unos atentos saludos termina la comunicación del delegado de personal de dicho centro, comunicación que no viene a aclarar nada de lo dicho, ni a contestar a ninguna de las interrogantes que planteamos. Cierto que yo —como otros muchísimos cacereños— frecuento la hostelería, pero ello no puede servir de argumento a que funcione bien y mucho menos de aclaración de si se pidió o no ese dinero por un vaso de agua. El hecho de que alguna prensa se haya ocupado del funcionamiento de la red —orgullo nacional— será, pensamos nosotros, porque habrá materia para desear que funcione mejor… Decir que como yo frecuento ese centro debo saberlo, es como decir que le pregunten al “maestro armero” y darle una larga cambiada al toro de la pregunta en vez de torearlo la dirección del centro, que es quien tiene obligación de hacerlo, ¡Vamos, digo yo!
Diario HOY, 10 de abril de 1981

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.