Ayer sábado y hoy domingo los cazadores estarán desarrollando su
deporte por esos campos de Dios, en busca de las torcaces, ya que se ha
prorrogado el periodo hábil para la paloma, aunque a decir verdad y por lo que
nos han manifestado algunos no están del todo conformes con la escasísima prórroga
en la que los “prorrogantes”, al decir de ellos, se han pasado de cicateros. En
Badajoz, por ejemplo, la paloma puede tirarse todos los días de la prórroga
concedida; aquí no, porque sólo se han autorizado los sábados y domingos que
restan del mes de febrero.
“Pero, oiga —nos decía una—, lo deberían hacer con efectos
retroactivos, porque el Consejo de Caza se reunió un miércoles, dejando pasar
el sábado día 7 y domingo día 8 sin que se tirara, por tanto nos los deben, y
de algún modo eso debería tener efectos retroactivos porque son dos días que
nos han limado´.”
“Y para cuatro míseros días mal contados que se ha prorrogado —tercia
otro— se nos da con todo detalle (al igual que en el pasado año que fue más
tiempo) las tres zonas donde puede cazarse la paloma, zonas cuyos puntos son
tan complicados y larga la exposición que de tratar de aprendérnosla los
cazadores se nos pasaría el escasísimo tiempo hábil que nos han dado.”
“Es un pitorreo, sabe usted —nos decía otro—, porque es como si te
dijeran: os concedemos un día más, pero tenéis que aprenderos el ´Libro gordo
de Petete´.”
En definitiva, que es así como el dicho: “para picada de mosquito,
vendado de sábana”, o aquel otro de “sobra tanta alforja para tan escaso
viaje”.
Yo no sé si los cazadores tienen razón o no, pero meditando en sus
razones creemos que sobra tanta legislación de zona y tanta burocracia de
despacho, porque con decir “se prorroga el periodo hábil de la paloma en los
lugares donde haya palomas”, sobraba tanta coordinada dentro del mapa
provincial que suelen suscitar las lógicas sospechas de que el “legislador” ha
tratado de incluir su coto y dejar fuera el de alguien con quien “no parte
peras”, como suele decirse… Sospechas, sólo sospechas, porque en esto no se
puede afirmar nada y líbrenos Dios de hacerlo, pero si el legislador no se fía
de que el cazador no va a tirar más que palomas, en justa correspondencia éste
puede no fiarse de que haya algo más en tan teórica delimitación de zonas.
Diario HOY, 15 de febrero de 1981
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