Mire usted por donde tenemos que agradecer a la izquierda municipal el
que, de momento, no nos hayan subido el impuesto de circulación de los
vehículos. La asistencia de los nueve concejales socialistas y la de los dos
comunistas, que, dicho sea de paso faltan pocas veces a los plenos, y la inasistencia
de cuatro concejales de UCD que, al no poder votar porque no estaban, acabó
dando la razón a la izquierda, que por un voto ganó en el sentido de que el
impuesto no nos fuera subido, hay que agradecerla.
Nuestra gratitud a la izquierda porque lo que se arrima al bolsillo
siempre se agradece, y también nuestra gratitud a los concejales de UCD que no
asistieron porque, por omisión, también beneficiaron nuestro bolsillo. Para que
este agradecimiento sea personal citaremos sus nombres, aunque sabemos que esto
no le va a gustar al alcalde, que es también “ucedista”. Ellos son Felipe
Romero, Manuel Carrasco, Jesús Guirau y Juan José Pérez Asencio (aunque este
último justificó su ausencia por enfermedad de un familiar)… Yo pediría en
propio beneficio y en el de otros vecinos que piensan lo mismo que yo, que cada
vez que nos vayan a subir algo no asistan a los plenos y les quedaremos
sumamente agradecidos, aunque el alcalde se enfade, porque, a decir verdad,
tras de la votación puso la misma cara que ponía un profesor mío de
bachillerato cuando alguno de sus educandos le hacíamos alguna gorda, que solía
decir: “Falta, cero y a la calle…” Casi, casi estuvo a punto de decir algo
parecido el alcalde y hasta me temo que por la “disciplina de partido”, que
también habrá en UCD, les puede poner “algún día de haber” en sus sueldos de
concejales… ¡Allá ellos, pero nosotros bien agradecidos que les quedamos…! Aunque
hay algo que no nos gusta y es que tras “perder” lo de la subida, no sé si
Bazaga —que es el concejal de las “perras”— o el propio alcalde, dijeron algo
así de: “Bueno: esto habrá que traerlo de nuevo porque la tarifa hay que
aprobarla…” Y eso no vale, porque, si ya se perdió una vez lo de la subida, es
de estimar que la tarifa queda como estaba, ya que traerla una y otra vez hasta
que se tenga mayoría es jugar con ventaja…
La democracia tiene estas sorpresas. Y, mire, si de paso nos ahorramos
algo los vecinos, mejor que mejor. Yo, desde luego, les quedo tan agradecido
que cuando Carrasco, Romero Morcillo o Guirau quieran dar una vuelta en mi
coche, aunque es un modesto “cacharro”, lo tienen a su entera disposición… Y lo
mismo digo a los del grupo de izquierda, a los que no nombre porque son muchos,
pero el agradecimiento queda parejo.
Diario HOY, 12 de marzo de 1981
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