Una verdadera “blasfemia heráldica”

¡Bueno estaba ayer el alcalde con la casa “Villanueva y Laiseca”! Esta casa —por si alguno no lo sabe— es la que suele fabricar las medallas y escudos de las distintas corporaciones españoles y está harta de fabricar los que los concejales de las distintas corporaciones cacereñas han lucido en procesiones y actos protocolarios en los que tienen obligación de vestirse de “tiros largos”. Pues bien, con el día del Patrono San Jorge en puertas, se les encargó la medalla que cada concejal debe lucir en esa ocasión anual en que el Ayuntamiento de Cáceres —nada menos que desde el siglo XIII— acude a la Concatedral portando la bandera municipal (pendón de San Jorge) que le diera el Rey que conquistó la ciudad a los moros por aquel tiempo y —y aquí está la indignación— resulta que el escudo de Cáceres viene con los “esmaltes” o colores confundidos y el castillo, que debía estar sobre fondo rojo, le han puesto sobre fondo azul… y conste que la confusión —al parecer— no tiene ningún carácter político. “¿Y qué van a hacer?”, le hemos preguntado al alcalde. “Pues iremos con ellas a la procesión cívica y luego se las devolveremos para que le cambien los esmaltes”, fue su respuesta.

Pero esta “blasfemia heráldica” habrá hecho removerse en sus tumbas a los ediles cacereños y “reyes de armas” que dieron ese escudo a la ciudad cuyos esmaltes y otros detalles constan en el Fuero de Cáceres como “ley” que todos los cacereños deben acatar, y por si alguno no lo sabe vamos a recordar detalles. El escudo de Cáceres está formado por los de León y Castilla, y fue el primero que se compuso de ese modo. La tradición dice que lo compuso la misma reina Isabel la Católica, dado que en Cáceres existían dos “banderías” (partidos políticos diríamos hoy), una de León, que utilizaba su sello y bandera, y otra de Castilla, que tenía el suyo. Ambos grupos no podían verse y tuvo que ser la reina la que los reuniera para sacar de un “bonete” seis nombre de partidarios de León y otros seis de partidarios de Castilla y formar los “doce hombres buenos” que gobernarían en Cáceres. Hizo más la reina, y fue que mandó fundir los dos sellos y con sus propias manos bordó, sobre la bandera de León, la de Castilla, uniendo ambas. Desde entonces el escudo de Cáceres lleva un león sobre campo blanco (plata) y un castillo sobre campo rojo (gules)… Desde entonces han pasado ocho siglos… que vienen a modificar, por un “lapsus”, los de la casa aludida

Diario HOY, 21 de abril de 1981