Uno se ve entre la espada y la pared cuando tiene que reconocer el mérito
en su labor de alguien que está en la “política activa” y sobre todo cuando
este mérito rebasa las cotas normales de su contenido —cosa que suele indignar mucho
a sus “oponentes políticos”— porque todavía no hemos aprendido que el carácter
democrático —aun de los que no piensan como nosotros— no consiste en tirarles
de los pies a los otros, sino en estimar esos méritos y procurar hacerlos
mayores frente a la comunidad que, desde una u otra idea política, todos deben
servir. En este sentido la labor del periodista es más ingrata porque no
debiéndose inclinar a una u otra parte, tiene que criticar a todas, y desde uno
y otro lado se expone a que le llamen “pelota” los que de una banda, aun cuando
con toda justeza reconoce los méritos de algún miembro de la otra. Esto nos
pasa porque nos movemos en un mundo en el que se ha hecho de la demagogia un
arma arrojadiza, y suelen tildarnos de demagogos los que más demagogias
cometen. Pero miren, aun con todas esas consideraciones y exponiéndome a todas
esas críticas, yo honradamente creo que es de justicia reconocer los méritos
que Luis García Tafalla, el actual gobernador civil de Cáceres, ha hecho y
viene haciendo a favor de nuestra provincia y no quiero esperar a que deje de
ser gobernador para decirlo.
La pavimentación de los jardines cacereños ya ha merecido el que
nosotros que somos pueblo, y los disfrutamos, le recordemos a cada dos por
tres, mejor que con aquella famosa lápida, que, por las demagogias a que
aludimos, le regateó un cierto sector cicateramente.
Ahora, García Tafalla —y esto es para nosotros la noticia— que podría
muy bien cruzarse de brazos a verlas venir como han hecho otros muchos
gobernadores civiles que hemos tenido y que tendremos, ha preferido hacer una
gestión personal con una entidad bancaria, a través del “Patronato San Pedro de
Alcántara” del Gobierno Civil, y convencerles de que subvencionen una campaña
de turismo hacia Cáceres, pero en el mismo Madrid, donde se colocarán, en las
zonas más populares y frecuentadas, 80 vallas promoviendo el turismo hacia
nuestra provincia, amén de una campaña de “pegatinas” y camisetas que bajo el
lema “Cáceres, tierra viva”, se están repartiendo por los lugares que más
turismo pueden proporcionarnos.
¿Qué cómo lo ha hecho? Pues convenciendo a la entidad que los fondos
que este patronato allí mantiene, tienen que tener esa rentabilidad turística…
Y ahora, que me llamen “pelota” los demagogos de turno.
Diario HOY, 6 de junio de 1981
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.