domingo, 23 de julio de 2017

Calle sin placas, pero con nombre


En la “Ventana” de ayer hablábamos del despiste de la Junta de Extremadura al poner a las señas de su sede en Cáceres —que está en la calle de los Condes—, “calle de los Condes de Canilleros”, y hasta hacíamos su alusión a que se había pedido se impusiera este nombre de Canilleros a una calle de Cáceres, aunque no a ésta, sin poder decir si el acuerdo se había tomado o no… Pues bien, el acuerdo se tomó en la sesión del pleno municipal del día 22 de diciembre de 1977 y, aunque no calle, si hay una plaza cacereña con este nombre; se trata precisamente de la que hay a espaldas del propio palacio de Canilleros y, entre él, el palacio de Moctezuma y las traseras del palacio Episcopal, donde desemboca la calle del Adarve del Obispo Álvarez de Castro, que parte del Arco de la Estrella… De modo que más despiste aún de la Junta de Extremadura porque ellos no están situados en dicha plaza…
Como quiera que estas cosas de nombres de calles se engarzan como las cerezas, resulta que en aquel pleno hubo otros muchos acuerdos de nominación de otras calles que tienen nuevo nombre, pero que no han pasado aún a los callejeros en uso, por lo que muchos cacereños (y hasta los guardias) las seguimos desconociendo, Para contribuir a que estos nuevos nombres se vayan popularizando porque no hay aún ni placas puestas en esas calles o plazas de nuevos nombre, las vamos a dar: Plaza del Obispo Galarza se acordó fuera la que hay entre la de San José y final de la calle Parras, donde ahora hay un aparcamiento para el mercado central, ya que allí estuvo el Seminario que fundara este obispo; calle de Federico Ballell es el nombre del pasaje que existe entre Antonio Hurtado y San Vicente de Paul; calles de San Cayetano y Santa Rita son dos existentes en la barriada de Santo Vito; Plaza de Bruselas, la que antes era sólo calle en “La Peña del Cura”, y calle de los Hermanos Romero es la que, partiendo de Ronda de San Francisco, desemboca en el futuro Parque del Rodeo. Por cierto, esta calle lleva el nombre de dos hermanos compañeros nuestros en la información, fallecidos no hace mucho: Gabriel y Enrique Romero Ruiz. Al primero, que trabajó muchos años en “Radio Cáceres” y al que conocíamos con el afectuoso nombre de “Colipín” —por un personaje que él había creado—, fue al que se le dedicó en principio la calle; más tarde, al morir Enrique, compañero nuestro en HOY, el Ayuntamiento transformó el nombre de la calle para dedicarla a ambos hermanos… La lástima es que las placas de estas nuevas calles no se hayan puesto todavía y los últimos callejeros editados no recojan sus nombres.
Diario HOY, 27 de noviembre de 1981

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