miércoles, 26 de julio de 2017

Las fuentes de las que bebió Cáceres


(Incluida en el libro “Ventanas a la Ciudad”)
En una antigua pintura de Eulogio Blasco, “el Mudo”, he visto un trozo de Cáceres, ido no hace tanto, y que yo llegué a conocer. Se trata de un par de cacereñas, mozas de cántaro, que regresan de la fuente, portando —a modo de ánforas, como las antiguas “canéforas”— un cántaro sobre la cabeza y otro sobre el cuadril. Esta estampa era habitual en el Cáceres de mi niñez y “el Mudo”, las plasmó en el lienzo con esa tremenda personalidad que tenía su pintura. Ello, unido al homenaje que la Universidad piensa dar a la Fuente del Concejo, me ha hecho recordar las antiguas fuentes de las que durante siglos, bebió Cáceres. Algunas de ellas las conozco porque mi padre, que era un cazador empedernido, las utilizaba y de él aprendí los nombres en nuestras andanzas cinegéticas.
El primer cinturón de fuentes antiguas de Cáceres, todas ellas en las afueras —algunas desaparecidas ya y otras olvidadas—, eran: la del Rey o el Marco, que de ambos modos se llamaba, y la de Concejo, las más populares y abundantes en caudal y ambas fueron punto clave para el desarrollo de la ciudad, vertiendo ambas en el pequeño río de “La Rivera” que durante siglos dio vida a Cáceres. Este “río”, hoy casi agotado, dio en tiempos movimiento a 25 molinos harineros, sirvió a varios tintes y batanes (de ahí el nombre de Tenerías Alta y Baja en algunas de las calles próximas) y a otras fábricas, regando una legua de huertas. Había otras fuentes en el entorno próximo: Fuente Fría —con el mejor agua, que tenía hasta propiedades curativas para la vista—, Aguas Vivas, Doncellas, Butrera y Balincoso. Un poco más lejos, la de Barba, Jaraíz, Valhondo, Santo Toribio y Caños de Santa Ana. Esta última era otra salida del Calerizo y su bolsa acuífera subterránea, formando el arroyo de Alcocer, que partía del actual CIR número 3 en dirección a Valdesalor y que ahora está agotado.
Finalmente había otras fuentes más lejanas: Trasquilón, Palacina, Santa Olalla, Álamo, Castaño, Muda el Pelo, Honda, Arropez, Las Arenas, Valdelacasa, El Campillo, Las Terronas, Doña Gregoria, Marinas, Borbollón, Rosa, Horriquero, Morales y Zarza, todas ellas potables y perennes en su tiempo, pero hoy día muchas destrozadas o desaparecidas... Quede ello para nuestra pequeña historia.
Diario HOY, 19 de diciembre de 1981

1 comentario:

  1. Me resulta extraño que no se mencionen fuentes tan cacereñas como la Madrila, Hinche o Beltrán, quizás sea porque eran lavaderos también

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