lunes, 31 de julio de 2017

Los árboles de la pimienta


Hace unos años fuimos testigos del asombro que causaba a un botánico el que en Cáceres se hubieran aclimatado y se criaran bien los llamados “árboles de la pimienta”, porque al parecer son árboles que se dan en climas más templados y para él, entendido en la materia esta adaptación era asombrosa.
“Como usted sabe —nos decía—, por estos árboles es por los que se descubrió América, porque lo que Colón iba realmente buscando es una “nueva ruta de las especias”, entre cuyas especias se encontraba este árbol de la “pimienta negra”, conocido más comúnmente en América por “pirul” o “pirú”, que no solía darse más que en aquellos climas.”
Asesorados por él, vimos y probamos el fruto de estos árboles, y sus pequeñas hojas que, mordidas, dan el típico sabor de la pimienta negra
Para que ustedes lo sepan, porque muchos cacereños lo desconocen, estos árboles están plantados, varios de ellos en el Paseo de Cánovas, mejor dicho, en el parque de Calvo Sotelo, en el macizo que da frente a la fuente luminosa, y entre unas viejas palmeras, sitio que desde luego es muy abrigado, y tienen unas pequeñas hojitas en forma de punta de lanza, y producen un fruto como bolitas verdes, que más tarde se transforman en rojas y finalmente en negras, siendo este fruto la típica pimienta negra que se emplea para la conservación de carnes y embutidos. Si ustedes tienen la curiosidad de morder estas bolitas se darán cuenta de que, en efecto, es pimienta.
En América este árbol es muy común y, aunque hay varias especies que producen pimienta negra más o menos fina, en general se los llama “pirules” o “pirú”  todos ellos, nombre que al parecer fue puesto por los españoles, ya que procedían del Perú… Lo que ya no sabemos es si estos árboles los trajeron de allí los conquistadores, porque suponemos que es una aclimatación posterior, pero de todos modos no deja de ser curioso el que en Cáceres se encuentren los célebres árboles de la pimienta, y como tal curiosidad se lo contamos, como nos lo contaron a nosotros. Es más, sabemos que algunos de los que conocen este árbol, en vez de comprar la pimienta negra recogen estas bolitas y las utilizan como tales, Nosotros les invitamos a hacer la prueba; al fin y al cabo es una curiosidad ciudadana que posiblemente usted desconocía.
Diario HOY, 29 de enero de 1982

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