“Estoy haciendo acopio de libros
para los Mundiales”, nos decía ayer un amigo al que sabemos “teleadicto” y
aun aficionado a ver por la pequeña pantalla algunos partidos de fútbol
internacionales. Como quiera que la relación de los Mundiales con los libros no
la veíamos muy clara, así se lo dijimos, y nos respondió:
“Mira, como tú sabes, mi entretenimiento
—aunque de vez en cuando criticara la programación— es, como en la mayoría de
las familias españolas, la televisión, y como estoy sospechando que con los
Mundiales se nos va a poner imposible en las dos cadenas, porque sólo nos van
a programar partidos, partiditos y
partidazos, estoy ahora acopiando libros de otros temas para buscar entretenimiento
cuando comience “el latazo” futbolístico de los Mundiales”.
Todas las opiniones son respetables y aunque muchos no estemos de
acuerdo con el amigo, el tiempo nos ha de decir si se equivoca o no, porque
sospecho que si ahora, sin Mundiales, la “carga”
futbolística de la Televisión es grande, mucho más lo será —como dice mi amigo—
cuando éstos comiencen.
“Nos van a comer el coco
—agregaba mi amigo— y como yo no estoy
dispuesto a que me mentalicen, prefiero comenzar a curarme de la droga
televisiva ahora, alternándola con otras cosas como los libros, que esperar a
entonces cuando la cosa no tenga remedio.”
Yo no sé si muchos serán de la misma opinión, y no sé si Televisión
debería haber previsto otras cadenas u otros programas para los que no gusten
en exceso del fútbol, porque lo que sí sabemos es que están preparando las “dos cadenas” cara a los Mundiales. Como
recordarán, ya se habló de arreglarlo todo para que el segundo programa llegue
lo mejor posible a todos los españoles, por ese acontecimiento deportivo, con
lo que es posible que mi amigo acabe teniendo razón.
Lo que hubiera sido bueno era autorizar ya alguna televisión privada
para que los programas no futbolísticos que posiblemente no va a poder atender
TVE los atendieran esas otras cadenas… No sé, pero sospecho que nos hubiera
sorprendido la serie de gentes que hubieran dejado a TVE, aunque sólo sea por
no caer en aquello de “al que no quiere fútbol,
tres tazas y la última rebosando”.
Diario HOY, 13 de marzo de 1982
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