miércoles, 23 de agosto de 2017

Cuidar la parte antigua


A mí me parece de perlas lo de vestirse de mamarracho, si a cambio te dan dos mil pesetas más la comida. Ayer comenzó en nuestra ciudad monumental la filmación de una película más de época, que creo es una nueva versión de “La Celestina”, y a cuenta de ello los estudiantes, la gente en paro y cuantos tuvieron la suerte de que se los contratara como “extras”, tras aguantar una cola de espera, comenzaron su labor que consiste en vestirse con ropas de época y aguantar lo que te digan tienes que hacer a cambio de esas dos mil pesetas, que nunca vienen mal al que las recibe, aunque haya que reconocer que ayer, día caluroso, el estar vestido con ropas de abrigo tenía mucho de sacrificio. Las inmediaciones del Arco de la Estrella, que se cerró al tráfico, se habían convertido en un trozo de la historia medieval y era hasta curioso pasar por allí, viendo a  Fulano o a Mengano —personas conocidas— vestidos de menestrales, hidalgos damas, etc..
No es la primera vez, ni será la última, en que nuestra ciudad monumental se nos convierte en plató de cine y a cuenta de ello, muchos cacereños y por tanto Cáceres también, ganan un dinero en una industria que aunque es de tarde en tarde y de temporada, vienen muy bien a las exiguas economías de muchos vecinos. Recuerdo que las primeras filmaciones, como “La cuarta carabela”, etc., se hacía de “extra” por verdadera novedad y sin cobrar un duro, lo que sin duda constituía un abuso de las filmadoras, abuso ahora corregido, ya que cualquier trabajo debe pagarse.
Pienso yo que nuestro recinto amurallado, que tiene una explotación turística, podría tener también una explotación cinematográfica más frecuente; ya se dijo en alguna ocasión que en la ciudad monumental eran nuestros “pozos de petróleo”, por lo que es lógico que debería cuidarse su entorno en este sentido.
Decimos esto porque ahora, de pocos años a esta parte, los equipos de filmación se ven precisados de nuevo a tener que tapar con simuladas cornisas o adornos los muchos cables de teléfono y eléctrico que han proliferado de nuevo.
 Limpiar aquello de cables, en la época de alcaldía de Díaz de Bustamante, costó Dios y ayuda, parte de mucho dinero, por lo que es ilógico que los ayuntamientos actuales hayan comenzado a tolerar esas instalaciones de cables que vuelven a afear aquello... En fin, si esto puede dar dinero a los cacereños, como plató, es lógico que el propio Ayuntamiento lo cuide en todos sus detalles en los que se incluyen los tendidos de cables, canalones y todo lo que ahora ha vuelto a afear nuestra ciudad monumental.
Diario HOY, 24 de julio de 1982

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.