Yo no soy machista ni feminista, pero tengo que decir que la fe que
tenía en el feminismo de nuestras canciones zarzueleras se me ha venido abajo
por causa de la primera ministra británica, la señora Margaret Thatcher.
Me explicaré, porque si no ustedes no van a entenderme: Resulta que en
una de nuestras típicas zarzuelas, creo que es la titulada “Gigantes y cabezudos”, tras la escena de
una riña en un mercado, sale un coro de mujeres que cantan aquello de “Si las mujeres mandasen en vez de mandar los
hombres serían balsas de aceite los pueblos y las naciones…”
No es que sea uno machista,
pero según lo que ha liado la señora Thatcher en las Islas Malvinas, me parece
a mi que si las mujeres mandasen —dicho sea con todos los respetos para las
damas—, si hubiera muchas como ella, las “balsas
de aceite” de que habla la canción lo serían, pero de aceite de colza,
porque hay que ve lo que ha liado la dama, aun a pesar de su aspecto inocente y
de su falda… En fin, no quiero hacer más juicios, pero me duele que esta ingenuidad
mía de creerme lo que las canciones zarzueleras dicen se me venga abajo por el
empecinamiento de la dama inglesa en salirse con las suyas a costa de lo que
sea…
Pero en fin, este empecinamiento inglés por las Malvinas tiene una historia
antigua que es digna de que la conozcamos, aunque sea para que cada cual saque
el juicio que le apetezca.
No sé si ustedes saben que cuando aquellos territorios eran españoles,
en época del rey Carlos III, subrepticiamente los ingleses se apoderaron de las
Malvinas, estableciéndose en Porto Cruzada —al que pusieron el nombre de Puerto
Egmont— y una escuadra española (que entonces las teníamos) al mando de Juan Ignacio
Madariaga tuvo que desalojarlos de allí a pura fuerza, aunque no hubo
derramamiento de sangre, porque los españoles no les dieron ocasión de ello, ya
que los ingleses tenían sólo cuatro fragatas y dos baterías de tierra, fuerzas
bastante menores que las españolas. Sucedía esto el día 10 de julio de 1770…
Pero cuando aquellos territorios pasaron a ser de Argentina volvieron a las
andadas, teniéndolos que desalojar Galtieri, porque estos ingleses se agarran a
lo ajeno como si fuera propio.
Diario HOY, 7 de mayo de 1982
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