sábado, 5 de agosto de 2017

La "ciculá" del "jefe"


Me lo contó un testigo presencial y referido a los comienzos de nuestra guerra civil o a los momentos azarosos que se vivían durante ella en muchos de nuestros pueblos que habían estado, según el avatar de los bandos contendientes, unas veces en “zona roja” y otras en “zona azul”. En aquel entonces la máxima autoridad política de la provincia, que había quedado en “zona nacional”, era el célebre capitán Luna, Jefe provincial y vicesecretario nacional de la Falange, cuyo nombre se invocaba unas veces con verdad y otras sin ella para cualquier cosa.
Pues bien, un jefe local de uno de nuestros pequeños pueblos, para beber vino gratuito todas las tardes, solía presentarse en la taberna del pueblo y, a la vista de todos los clientes, desde la puerta le decía al tabernero: “Antonio: Está Luna de una leche… Ha venido una “ciculá” que, mira, porque uno no es malo, sino “tos” estos (y señalaba a la clientela) al paredón.”
Como las cosas no andaban muy claras, y por si acaso, la clientela decía al tabernero: “Antonio, Ponle medio litrillo al “jefe” de mi parte…” Y de este modo, el “jefe”, cuyo nombre no hace al caso, bebía gratis a cuenta del miedo de los demás hasta que dio con otro más enterado que él, que acabó llamándole “goloso” y poniéndolo verde, como realmente se merecía.
La cosa no pasa de ser una anécdota, que tiene su gracia y su mucha “miga” para la meditación —aunque no sea la trascendental— porque los “jefes” de este tipo siguen existiendo en nuestra tierra y haciendo cosas que, si no son tan descaradas, están sólo orientadas hacia su prebenda particular, olvidando cualquier moral general e invocando nombres de superiores sólo en su beneficio.
Ahora el invocado no es Luna, sino don Fulano o don Zutano, que para el caso es lo mismo, porque en Extremadura, por desgracia, seguimos empeñándonos en tener —o inventándonos— algún cacique superior al que los demás (los clientes de la taberna, para entendernos) no nos queda más remedio que decir: “Sí, “buana”, que le pongan medio litrillo al jefe.” ¿Ustedes me entienden?
Diario HOY, 4 de marzo de 1982

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.