Yo no paso a creerlo, pero a la vista de todos estos artículos que nos
han subido, comienzo a pensar que pueda ser verdad. No es que diga yo que estos
muchachos socialistas del nuevo Gobierno nos suban las cosas a tontas y locas,
sino después de detalladísimos estudios y pasando todos los pros y los contras,
como es lógico. A mi me lo ha dicho un señor de aquí, que dice lo sabe de muy
buena tinta y a través de un tal don Ignacio, que al parecer es el fenómeno en
estos asuntos y es el que ha presentado o visto el proyecto que los técnicos en
imposición socialistas, tienen preparado. Que salga después adelante o no, es
harina de otro costal. Se trata de un impuesto a la gente gorda, pero no a los
ricos, que esto me tendría a mí sin cuidado, sino a los que exceden el peso
normal que les corresponde, según su talla. O sea, para entendernos, que si a
usted, por su talla le corresponde pesar 70 kilos y pesa 90, por esos veinte
kilos de exceso tiene usted que contribuir anualmente a la Hacienda por un “canon” que creo se llama: “De signos grasientos”. Al igual que hay
la declaración sobre la renta, unido a ella habrá un pesaje, hecho ante un
determinado inspector de grasas superfluas, que le impondrá a ustedes el canon
aludido según unos módulos que yo todavía no conozco.
El razonamiento técnico es lógico, aparte de que los socialistas
piensen que siempre ha habido gordos y flacos, se basa en que, por ejemplo, en
el autobús, en el metro, en el tren, en los transportes públicos, un gordo paga
igual que un flaco, cuando estos vehículos tienen más desgaste transportando a
un gordo que a un flaco, por lo que no es justo que paguen igual, de ahí este “impuesto corrector de grasas” que piensa
aplicarse.
Bien vista la cosa, tiene también sus ventajas, porque, vamos a ver,
¿cuánto se gastan muchas señoras y señores en regímenes para adelgazar?, pues
todo eso se lo ahorrarían con este impuesto de los socialistas, si es que se
lleva a cabo.
A nivel nacional, por ejemplo, el señor Guerra no tendría que pagar
nada, pero lo tendrían que pagar: Fraga, al que le sobran kilos, o Carrillo,
que también es abultadito; no tendría que pagarlo el señor Roca, pero tendría
que pagarlo Ramallo… en fin, que de ello y a
nivel local pueden ustedes deducir quién lo pagará y quién no. También
me han hablado de que hay un segundo proyecto compensatorio, como en lo de la
renta, por el que a unos les cobrarían y a otros le devolverían dinero, todo
dependerá de lo rollizos que estén… En fin, que yo, por si acaso, me he puesto
a régimen.
Diario HOY, 9 de diciembre de 1982
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