domingo, 10 de septiembre de 2017

El protagonismo de nuestras barriadas

El protagonismo de nuestras calles típicas se ha trasladado ahora a nuestras barriadas. No quiere decir esto que nuestras calles, como la de Caleros, Camino Llano, Potro de Santa Clara y otras que salieron en canciones, puedan perder su sabor tradicional que ya heredaron, pero a nuestro modo de ver el “testigo” del tipismo en la actualidad se ha trasladado a barriadas que como “Las 300” y otras más, por no citarlas todas, viven en mayor convivencia de vecindad estas fiesta típicas navideñas,
Todavía se recuerda cuando en calles como la de Caleros, donde existía una hermandad entre todos los vecinos, aún sin haber asociación ninguna que los uniera, se vivían estos días de la Nochebuena y Navidad, desde casi los comienzos del mes de diciembre juntándose el elemento joven de estas calles a aprender de la gente vieja los romances tradicionales, canciones y villancicos de Navidad, en una convivencia que habría de durar todas estas fechas y de las que salían grupos que, en la Nochebuena y en el resto de las noches de estos días, recorrían las casas felicitando con canciones y recibiendo a cambio una copa de aguardiente o un dulce.
De estas convivencias salieron canciones típicas cacereñas como la que comienza con la frase: “Que entre usted, mozo”, verdadera invitación al grupo para acceder a la casa, escucharles las canciones, cantar con ellos y convidarlos con lo poco o mucho que se tuviera.
Otras canciones típicas también surgían de la pugna entre las calles, como puede ser esa de que: “Las de la calle Caleros, se lavan con aguardiente y las del Potro Santa Clara, con agüita de la fuente”, lo que indica que había una convivencia entre los vecinos que ahora comienza a faltar, desde luego en las calles céntricas y aun en esas donde el vecindario no se da ni los buenos días.
Las barriadas, con sus “Asociaciones de vecinos” y la labor común en el engalanado de las mismas para las fiestas, mantenimiento de grupos representativos, confección de carrozas o belenes, etc., son las que mantienen esa convivencia sana del vecindario que comienza a faltarnos ya aún en la calle “Caleros”, por lo que hay que decir que el verdadero “corazón” de Cáceres, en esos días, está en nuestras barriadas, a las que desde aquí les deseamos toda clase de felicidades.
Diario HOY, 26 de diciembre de 1982

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