miércoles, 20 de septiembre de 2017

El yoga y los cien días


Se cumplieron los cien días del gobierno socialista, que está hecho un mozo. Gobierno y partido han hecho un gran despliegue propagandístico alrededor del acontecimiento y he visto el vídeo y el libro que se reparten por ahí, muy bien hechos por cierto, en los que, como es natural, ponen por todo lo alto la actuación del gobierno durante esos cien días de mandato. Esto es tema de conversación ciudadana y por eso lo comento. Todos mis amigos socialistas cargaron con el vídeo y el libro y muchos de ellos han tenido que pedir prestado el instrumento para visarlo, aunque tengo entendido que el partido va a sortear entre los compañeros una serie de magnetoscopios, partiendo del número del carnet y en colaboración con la lotería nacional de ciegos. No sé si esto será verdad o cuento, pero ayer se hablaba de ello.
Yo tengo que decir que me enteré el contenido de los cien días a través de una audición que ayer mismo, en la mañana, le dedicó Radio Nacional de España, en la que sucedió una cosa muy curiosa que yo no sé si pensar que fuera intencionada o surgió así por verdadera coincidencia.
La radio anunciaba que dentro de unos momentos comenzaría el programa dedicado a los cien días; nos dijo las intervenciones que había en él y nos ofreció alguna música. En esos momentos que precedían la audición, un locutor, más o menos, dijo:
“En espera de ofrecerles el programa de los cien días, que venimos anunciando, les ofrecemos ahora una sesión de “yoga mental.”
Ni que decir tiene que la cosa me cogió de sorpresa, pero seguí la sesión de yoga con interés: “Serénese —decía el monitor— y vayan haciendo lo que les vamos a decir a continuación: relajen el cuerpo, pongan la columna vertebral erguida; en el yoga mental es muy importante poner la mente en blanco, no piensen en nada…”.
Yo seguí las instrucciones y dejé de pensar en la subida de todos los artículos, el aumento del paro, la subida de la gasolina aunque el barril de crudos ha bajado, el asunto de Rumasa, las posibles inconstitucionalidades, el aborto y su legalización, la politización de la Administración, etc. Y puedo decirles que gracias a la sesión de yoga escuché hasta con gusto el programa de los cien días que venía a continuación.
Diario HOY, 12 de marzo de 1983

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