Hay lo que yo llamo “hombres de
corcho”, que nada en cualquier aguas políticas, de las ideas pasadas,
presentes y por venir. Luis María Ansón los señalaba perfectamente en su
artículo “Socialistas de toda la vida”,
que me ha venido a recordar un caso vivido aquí, del que creo que les conté ya
una primera parte. Se trata un poco de ese chiste tan en boga —pero que sobre
todo se lleva ala práctica— del que decía: “Perdimos
los de UCD, pero gracias a Dios hemos ganado los socialistas.” Lo que indica
que para muchos “el hombre sigue siendo
el sistema”, haya el régimen o la idea política que haya. Y el hombre
—claro—son ellos mismos.
El sucedido fue que durante los años de la guerra civil un personaje
de uno de nuestros pueblos fue acusado de
“rojo” y se le hizo un juicio
“depurativo” en Cáceres, de los que
estaban entonces al uso. Era un hombre pardo, con más conchas que un galápago.
Cuando el juez de su expediente le preguntó si pertenecía a Falange Española de
las JONS, él, sin dudarlo un momento, le respondió:
—“No señol juez, pero cuanti que salga de aquí me apunto…”
La cosa tuvo gracia y salió con bien de aquella depuración. Lo que no
conté entonces es lo que voy a contarles ahora.
En efecto, nuestro amigo salió y se apunto a la Falange de aquel
entonces y aunque nuevo en sus filas, no sé por qué malabarismos, al poco era “camisa vieja de la Falange” y hasta
llevaba sobre la solapa una insignia de la “Vieja
Guardia”, que entonces era una patente de pureza que le permitía mirar por
encima del hombro a sus convecinos.
Durante los cuarenta años de la dictadura franquista ha sido más de
una vez alcalde de su pueblo y hasta jefe local del Movimiento y, desde luego,
un purista que saludaba brazo en alto a tirios y troyanos.
Pero no queda ahí la cosa. Cuando llegó la democracia, tras una
temporada de “meditación”, ha vuelto
—aunque con muchos años ya— a la política y olvidando los últimos cuarenta años
vividos se ha agarrado a su “juicio
depurativo” para convencer a sus convecinos de lo que en realidad él ha
sido es un socialista, perseguido por el anterior régimen.
En fin, que como los que ahora comiencen a mandar no se anden con ojo,
me lo veo de alcalde socialista de su partido.
Diario HOY, 3 de diciembre de 1982
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