domingo, 24 de septiembre de 2017

Nuestros entretenidos seriales políticos


En Cáceres, el serial político ha venido a sustituir al serial radiofónico y al televisivo a que tan aficionados somos todos. Hay que reconocer que los seriales políticos que venimos viviendo aquí desde la iniciación de la democracia son mucho más interesantes y vivos que los que nos ofrecen las radios o las pantallas de nuestros televisores y hasta el pueblo, nuestro pueblo, se interesa por ellos vivamente y aun quitan el protagonismo a las series tan comentadas últimamente como las de “J.R.” o “Dinastía”, por no remontarnos a las más antiguas de radio, como “Ama Rosa”, “María de los Dolores o el Ángel de Sevilla” o los antiguos novelones por entregas que tuvieron su momento en nuestros periódicos, como “Elisa, o un corazón de mujer” y tantos otros.
No sé si en otras provincias y capitales sucede lo mismo, pero en la nuestra los seriales políticos se han puesto tan de moda que, momentáneamente, son los que acaparan el comentario callejero de todo el mundo.
Además, hay la ventaja en estos de que los protagonistas son personas de nuestro entorno a los que conocemos y que arrastran, lógicamente, más simpatías que los personajes fingidos de los seriales normales.
Sin tratar de ofender a nadie, y aun sin entrar en el fondo de las cuestiones que provocaron esta atracción general, hemos de recordar seriales políticos ocurridos aquí que están en la mente de todos. ¿Qué me dicen del caso de los 35.000 millones? (dicho sea sin ofender a nadie), o ¿qué me dicen del tremendo capítulo de las dimisiones, si se aprobaba el trasvase, en el que, capítulos después, resultó que no dimitió nadie? ¿Qué me dicen del más próximo del Estatuto y el Defensor del Pueblo que aún sigue en candelero, sin que nadie pueda suponer el final y el desenlace?
Ahora vivimos el de la candidatura de AP, con sus implicaciones, son su malvado oculto; sufrimos con Domínguez Lucero, que cada día nos cuenta en pequeñas dosis un capítulo más del serial, así como sus dolores, su búsqueda de la verdad. Ayer era JR. (el nuestro, José Raimundo, que no tiene nada de malo), el que convocó una “rueda”, para ofrecer un nuevo enfoque de “la serie”.
Que nos se ofenda nadie, porque no se trata de minimizar el problema, sino de darle un enfoque de humor, que también comienza a darle la gente de la calle, aunque sólo sea por “quitarle hierro” a lo sucedido. En fin, que entretenimientos no nos faltan.
Diario HOY, 7 de abril de 1983

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