domingo, 29 de octubre de 2017

El reparto de la herencia


Esto de las autonomías me lo imagino yo —quizás con una simpleza ingenua— como algo similar a cuando un padre da la herencia anticipada a sus hijos. Los hijos podrían ser las regiones que, en la marcha unida de la familia, unos realizaron una carrera, otros se hicieron comerciantes, otros emprendieron un negocio, todos ellos ayudados por esa unión familiar, quedando otros a vivir en la casa, un poco como el hijo pródigo y sus hermanos. Posiblemente los menos favorecidos son los que quedaron a vivir en casa.
A ras de ello, me viene a la mente aquello que se cuenta de que cuando a un padre se le dijo: “¡Qué hijo más feo tienes!”, él respondió: “¡Qué más da, como lo quiero para el campo!
En fin, que nosotros, como el hijo de aquel padre, fuimos los que nos “quedamos para el campo”, en solidaridad de aupar a lo otros que encontraron antes un mayor favoritismo paterno.
Tengo entendido que, históricamente, la idea de autonomía o federalismo comenzó con la primea República, en el siglo pasado, más orientada hacia los restos de nuestro imperio colonial, como Cuba, Filipinas y algo más que nos quedaba, porque aquel Gobierno veía que todo ello se nos iba de las manos, y una forma de retenerlo podría ser aquélla. Pero aquello se entendió mal, no llegó a lograrse, provocándose absurdos como el que Béjar se declarara cantón independiente, quedando la idea principal en aguas de borrajas.
Ahora se lleva más camino recorrido, pero pienso que tampoco —yo al menos— acabamos de entenderlo del todo, ni nos ha servido la lección histórica para mucho. Creo que en ese reparto anticipado de la herencia debió haber unas compensaciones a los menos favorecidos, para que todos pudiéramos marchar con el mismo caudal inicial, cosa que pienso no se ha hecho, porque si de lo que se trataba era de evitar el centralismo de Madrid a cambio de otro centralismo en un punto de cada región, poco o nada hemos conseguido, al menos en nuestro caso y el de otras autonomías pobres, que seguiremos siendo los hermanos menos favorecidos de la familia. Espero que alguien pueda explicármelo.
Diario HOY, 1 de marzo de 1984

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