viernes, 27 de octubre de 2017

La historia, maestra de la vida


Ese patriarca de las letras españolas que es don Ernesto Jiménez Caballero, dijo cosas muy sabrosas en la televisión, en el espacio “Estudio abierto” de José María Íñigo.
Hablaba por él una experiencia de años y un conocimiento de la historia que es muy digno de tenerse en cuenta. Porque la historia hay que verla en su conjunto y no troceada, si queremos que nos sirva como “maestra de la vida” para la andadura presente y futura.
Refiriéndonos a los pueblos en general, dijo algo así: “Nuestros enemigos suelen ser nuestros vecinos, y nuestros amigos los vecinos de nuestros vecinos”, para sacar la conclusión de lo mucho que a lo largo de la historia nos hemos entendido con los germanos y lo poco que nos hemos entendido con los franceses. Puso hasta el ejemplo de que cada vez que nos hemos “dado el pico” con los franceses hemos salido perdiendo, como en aquel “pacto de familia” del siglo XVIII, en el que los franceses —ayudados por los ingleses— nos esquilmaron los restos del imperio español —que ya se nos venía abajo— pero en beneficio propio.
Ni que decir tiene que, en el fondo, habla una referencia a la llamada “cumbre” de Rambouillet en la que los franceses vuelven a hacernos “zalemas”, que no sabemos qué precio nos van a costar, por aquello del dicho clásico de: “cuando más temo a los griegos, es cuando nos hacen regalos”, cosa que habría que aplicar a ese cariño momentáneo hacia el caso español que les ha surgido a Mitterrand y a los suyos.
Porque una cosa que nos tenemos que pensar muy en serio los españoles es que, a lo largo de la historia, el “cariño” francés siempre ha sido interesado, fueran nuestros gobiernos del color que fueran. No habrá que recordar que ellos ayudaron a “bien morir” a la última República, cuando se enfrentaba a las tropas arrolladoras de Franco, quedándose con todo el material bélico que desde Rusia mandaban a través de su país al Gobierno “rojo”, del que sin embargo se decían amigos. Por lo que sea, no han funcionado nunca los “pactos de familia” con Francia y no es de esperar que funcionen ahora por muy buenas palabras que haya habido en Rambouillet.
Esto es lo que vino a decir Jiménez Caballero, y creo es cosa que nos interesa saber a todos.
Diario HOY, 17 de febrero de 1984

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.