Lo extremeño, sin límites

Desde luego, esto de lo extremeño no tiene límites.

Lo pensaba yo oyendo ayer al grupo folk “Manantial”, que no sé ni de dónde son, ni dónde se formaron, ni de dónde han recogido sus preciosas canciones extremeñas, que fueron una sorpresa para los cacereños que escuchaban, complacidos y embobados, ante el quiosco de la música de Cánovas, su repertorio, premiándoles con encendidos aplausos que bien se los merecían.

Oírlos era algo que le llegaba a uno muy dentro.

A mi me recordaban al grupo “Los Jarcha”, que aunque son de Huelva, también cantan canciones nuestras, porque creo yo que lo propiamente extremeño no tiene unas fronteras geográficas convencionales sino más bien un modo de ser y de cantar, que puede ir desde Ciudad Rodrigo, metidos ya en Salamanca, a Talavera, metidos ya en Toledo o hasta las costas del mar, metidos ya en Huelva, y aún más lejos.

A cuenta de las canciones de este grupo, me vino a la memoria la amplitud de esas fronteras, que también traspasan el Atlántico, y la sorpresa que me llevé en la península del Yucatán, en México, cuando oí por primera vez la “jota yucateca”, que es una especie de nuestra “jota del candil” con aires más caribeños, pero hasta con sus “bombas” y todo.

Ellos las cantaban, sin saber esa vinculación con lo nuestro, con lo extremeño, pero yo sí lo sabía y me emocionaba que este folklore, que aquí es ya casi de museo, allí estuviera vivo, hasta el punto de que los “chamacos” (los chiquillos) te decían: “Dame un peso y te digo una “bomba”.

Por si alguno no lo sabe, le aclararé que “bomba” es un verso que se dice, interrumpiendo el baile de las parejas, cuando alguien grita; “¡Bomba!”, y tras de la gracia de ese requiebro en verso, continúa la jota, mientras el público aplaude o ríe con la ocurrencia.

Aquello era también extremeño, y por eso digo que lo nuestro, lo profundamente nuestro, no tiene fronteras, pero el acierto es dar con ello, como yo creo que ha dado ese grupo llamado “Manantial” que no sé ni de dónde es, ni cómo se formaron, pero que cantan un extremeño trascendente.

Diario HOY, 29 de mayo de 1983