jueves, 26 de octubre de 2017

Nuestros "pozos de petróleo"


La Ciudad Monumental de Cáceres es nuestro potencial campo de pozos de petróleo”, dijo en una ocasión, hace ya muchos años, el ya fallecido periodista Dionisio Acedo. Entonces quizás esto se entendía menos, porque aquí no había comenzado a llegar más que un incipiente turismo histórico de intelectuales que, en cada ocasión, solían atribuirse el “descubrimiento” de todo este tesoro histórico-artístico, y hasta nos achacaban el que nosotros mismos, los cacereños, no sabíamos lo que teníamos. Dionisio Acedo, con gran visión de futuro, sí lo sabía y ahora el tiempo ha comenzado a darle la razón.
Digo esto porque me parece sumamente interesante todo el quehacer que ahora lleva adelante nuestro alcalde, Juan Iglesias, que en unión de los alcaldes de otras cuatro ciudades singulares como Santiago de Compostela, Salamanca, Toledo y Granada, que quieren crear lo que se llamará la “Ruta de las Ciudades Monumentales” y conseguir para ellas un turismo que nos falta y unas ayudas para la conservación y puesta de sus respectivos conjuntos, que trasciende lo que podríamos llamar la dedicación local. Estas cinco ciudades y su milagro de conservación son un tesoro de todos los españoles y aun de toda la humanidad y deben ser todos los que ayuden a conservarlas.
Pero el buen gobierno de conservación debe comenzar por uno mismo, lo que quiere decir que bien está todo lo que se haga conjuntamente para la conservación de las cinco ciudades monumentales, pero sin olvidar que tenemos que comenzar dando ejemplo en lo que a la nuestra se refiere los propios cacereños. Es una labor de mentalización en la que yo creo que nuestro pueblo está de acuerdo, siendo muchas veces las propias autoridades las que se olvidan de ella Esta labor comienza por las pequeñas cosas. Por ejemplo, de un tiempo a esta parte, en nuestra Ciudad Monumental han comenzado a proliferar los cables de tendidos eléctricos y telefónicos, cuando costó Dios y ayuda, y mucho dinero, el enterrar los que ya había años atrás.
El consentir esto, y otros deterioros, creo yo que es una negligencia de las actuales autoridades que no casa mucho con las gestiones que ahora vienen realizando. Si hay que hacer un estatuto especial para esa zona, que se haga, pero sin aguardar a que aquello se nos deteriore más de lo que ahora está.
Diario HOY, 8 de febrero de 1984

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.