domingo, 1 de octubre de 2017

Se rompió la “jetatura”


Uno no ve las cosas como los críticos taurinos, que tienen sus cánones a los que han de ajustarse, porque la fiesta así lo requiere.
Con ello quiero decir que en lo tocante al espectáculo taurino de nuestras ferias, único en esta ocasión, estoy de acuerdo con nuestro compañero Juan Ángel que es el entendido en estas cosas, pero hay otros aspectos del espectáculo, no ya taurinos, que son los que vamos a referir aquí.
En primer lugar hay algo digno de destacarse, y es que parece ser que Luis Alviz ha roto su “jetatura” en cuanto a que el día se presentó magnífico y no hubo asomo de lluvia. Ya recordarán que hasta ahora, cada vez que este empresario cacereño anunciaba un espectáculo taurino de cualquier tipo, la lluvia era segura. Pues bien, este “gafismo” se rompió con la corrida del domingo que, además —y nos alegramos por Luis Alviz— registró un lleno sonado por lo que, tras tantas disquisiciones de los carteles, que en este caso no recibieron ayuda económica del Ayuntamiento, es de suponer que hubiera ganancias para el empresario, cosa que también estimamos, aun sabiendo que el espectáculo fue caro, pero el dicho general en el ruedo, al ver el llenazo, solía ser: “Menos mal que Luis ha tenido una vez suerte.”
El gran público, que entiende menos de toros de lo que piensan los críticos, se divirtió y salió complacido, que esto es lo que importa.
Los comentarios en el ruedo, en este sentido, también eran sabrosos. Paquirri era la primer corrida que toreaba, tras su boda con la Pantoja —que por la noche actuaría en la Plaza Mayor— y el que más y el que menos preguntaba: “¿Y no habrá venido la Pantoja a ver torear a su flamante marido?”, con lo que hubo búsqueda por las barreras, aunque Isabel, como tantas otras mujeres de toreros, parece no quiso asistir al festejo. Pero éste y otros detalles, son lo que le importan al gran público, que se entretiene con ellos sin buscar los purismos de la fiesta que tampoco pueden exigirse en plazas donde hay una corrida o dos al año y pare usted de contar.
Por otra parte, estaban los dos alcaldes y las corporaciones de las dos capitales extremeñas, y ello fue también espectáculo para el respetable. En fin, que salió la corrida y “tutti contenti”.
Diario HOY, 31 de mayo de 1983

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