miércoles, 8 de noviembre de 2017

La ley del embudo


Aparte de que la administración socialista hable tanto del cambio y propiciarlo, lo que sigue siendo verdad es que una cosa es predicar y otra dar trigo, porque precisamente la administración a todos los niveles, siendo la primera que debería dar ejemplo, viene aplicando la llamada “ley del embudo”, con la parte ancha para su lado y la estrecha para el de los demás, siendo ella la menos propicia para cambiar cuando es la que debería dar ejemplo.
A nivel nacional hay noticias que parecen insólitas. Recordamos una reciente de un industrial valenciano, al que su ayuntamiento le ha embargado por unos pequeños débitos de unos miles de pesetas, cuando el propio ayuntamiento que le embarga debe al industrial casi cinco millones de pesetas, que no hay forma de que éste cobre. Precisamente, en declaraciones que el industrial hizo, dijo que al no pagar esas tasas trataba de resarcirse de algún modo del mucho dinero que le deben y que no es capaz de cobrar. Pues bien, estas cosas que trascienden como noticias nacionales se dan también en el terreno local y provincial porque parece que esto es un mal administrativo que no hay quien arregle. Un montón de casos conocemos de industriales de nuestro entorno —sobre todo de la construcción— a los que se les deben cifras sustanciosas, que cobran mal y tarde, aunque se los pasa a la ejecutiva por alguna gabela que ellos deben a sus deudores. Un caso palmario y reciente es el de la Asociación de Empresarios de Ambulancias de nuestra provincia a los que el INSALUD les debe de cuarenta a cincuenta millones de pesetas, sin que sean capaces de cobrárselas, aunque a ellos se les exigen puntualmente sus débitos a la Seguridad Social, recargándoselos con un 20 por ciento si se retrasan. En definitiva, que es la Administración la que debe dar ejemplo y no seguir con la ley del embudo.
Diario HOY, 22 de mayo de 1984

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