sábado, 11 de noviembre de 2017

Revisar el idioma


En uno de los últimos plenos municipales se puntualizó sobre unas palabras dichas por el primer teniente de alcalde, el catedrático Marcelino Cardalliaguet, refiriéndose al uso del automóvil como “signo de la burguesía cacereña”. El concejal, señor Hurtado, le preguntó si había querido decir que el automóvil era un artículo de lujo, y él puntualizó que lo que había dicho era: “signo de la burguesía cacereña”. A ustedes les extrañarán estas disquisiciones lingüísticas, que no suelen conducir a nada, pero que es la moneda corriente en nuestros plenos municipales.
Pero ello nos va a servir de pie, para decir que hay muchos conceptos que deberíamos revisar, porque no tienen el significado que de antiguo tuvieron. Burgués no significa más que habitante de un burgo, un Ayuntamiento, y socialmente se empleó como contraposición al proletariado, para diferenciar los que tenían más bienes de equipo o privilegios, sobre los que no tenían ninguno.
Esto, afortunadamente, ha pasado a la historia y no puede emplearse como arma arrojadiza en el mundo actual en el que todos, aun los que antes eran proletarios, somos en realidad burgueses, habitantes de un burgo, y miembros de una sociedad de consumo con bienes que ya no son signo de privilegio, sino más bien herramientas, como suele suceder ahora con el propio automóvil herramienta imprescindible para el propio obrero que se desplaza a un tajo, o para el representante de comercio que lo utiliza en su profesión y para tantos otros oficios y profesiones, aunque también lo utilicen para el ocio en horas de asueto.
Yo no sé si el catedrático Cardalliaguet tiene o no coche, lo que sí sé es que él no es un proletario, aunque no lo tenga, si no más bien un burgués, como lo somos tantos otros con coche o sin él. Hoy no sé si la “lucha” está en convertir en burgueses a los pocos proletarios que van quedando, aspiración más lógica que la contraria, por mucha teoría anticuada que nos quede, aunque sea sólo en la terminología.
Diario HOY, 14 de junio de 1984

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