Una precisión histórica

A cuenta de una de estas “ventanas”, concretamente la publicada el día 27 de marzo pasado bajo el título “Los seminarios de nuestra diócesis”, me llama nuestro ex alcalde Alfonso Díaz de Bustamante para hacerme una precisión histórica. Decía yo que la demolición del antiguo seminario de Cáceres, conocido por “Cuartel Viejo” —primero de la diócesis— la ordenó el Ayuntamiento siendo él alcalde Pues bien, don Alfonso me dice, y yo lo creo, que no fue él el que inició la demolición de ese edificio, sino su antecesor en la alcaldía, don Casto Gómez Clemente, que era al par delegado provincial de Obras Públicas, razón por la que se llevó al palacio de esta delegación —de Santa María— los escudos del antiguo Seminario, que ahora lo adorna. Me precisa aún más, como es que también la puerta actual de la Diputación se llevó por esas fechas, encontrándose él con el edificio a medio demoler, razón por la que para salvaguardar la puerta principal del Seminario, la trasladó a la parte posterior del Palacio Episcopal, porque ya no había forma de mantener el edificio y era mejor que al menos la puerta principal se mantuviera, aunque fuera en lugar distinto.

Recojo el detalle como precisión histórica que me hace el propio don Alfonso, aunque tenga que agregar algún detalle más, recogido de documentos de entonces, que pueden ser los que han inducido a este error: Don Casto fue alcalde desde octubre de 1960 a septiembre de 1963 y don Alfonso desde septiembre de 1963 a abril de 1977. Los escudos del viejo seminario y la puerta de la Diputación se trasladan en noviembre de 1963, siendo ya alcalde don Alfonso, aunque puede que el acuerdo del pleno fuera anterior y tomado por don Casto, con el lógico respeto del alcalde entrante.

El resto de la demolición del edificio ya es bajo el mandato de don Alfonso; en 1969 se hace sobre parte del mismo el nuevo mercado de abastos, y en 1972 se realiza el aparcamiento sobre otra parte y se traslada la puerta principal. Como ven, no coinciden las fechas documentales, pero cuando don Alfonso lo dice así debe ser, y yo lo recojo con mucho gusto, como tal precisión histórica.

Diario HOY, 3 de abril de 1984