miércoles, 20 de diciembre de 2017

Un poco de seriedad…


Como hoy voy  hablar de la poca seriedad de algunos organismos, que deberían ser más serios, la gente puede echarme en cara que hace unos días hablaba de que se ríe poco y había que endulzar con humor muchas cosas de esta vida que nos ha tocado vivir. Son cosas distintas totalmente, una cosa es echar humor a la vida y otra muy distinta es no cumplir con seriedad los compromisos públicos que uno adquiere.
Resulta que con motivo de un anunciado corte de agua en el suministro a la población, anunciado con días de antelación —como debe ser— cuando todo el vecindario estaba involucrado en recoger agua en diversos recipientes y hasta ordenar su vida para que el corte les afectara lo menos posible, llega el servicio (o el Ayuntamiento, que es lo mismo) y dice que no corta el agua y que la corta mañana; de ese “mañana” unos se enteraron y otros no, porque no se dio el suficiente tiempo a los medios informativos de volver  anunciarlo y porque nos puede estar diciendo: hoy no corto, aunque lo anuncié, pero mañana sí. En fin, que los despistes han sido grandes, el agua no ha llegado a los pisos altos de muchos sectores, donde muchos vecinos pensaron que el corte se había hecho ya, y se quedaron sin poder utilizar ese líquido esencial, y más en verano, porque ellos no sabían que el corte llegaba como la Renfe, con retraso.
Ni que decir tiene que infinidad de vecinos han llamado al Ayuntamiento, o al servicio, para protestar y decir que esto no es así y alguno nos ha dicho: “Que esto pasara en la dictadura era explicable, pero que pase en la democracia y que corten cuando les sale de las narices y sin avisar a nadie, es intolerable”. Lo es, sí señor, porque además en la dictadura —que podían teóricamente cortar cuando quisieran— solían avisar más seriamente al vecindario.
  Diario HOY, 28 de junio de 1985

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