viernes, 5 de enero de 2018

Del no llegar, al pasarse


Con estas cosas de la Navidad, como con todo en la vida, te puedes pasar o no llegar, como en el juego de las “siete  media”, del que decía la obra de Muñoz Seca, “La venganza de Don Mendo”: “El no llegar da dolor, porque indica que mal tasas… mas ¡ay de ti si te pasas!, si te pasas es peor.”
Pues bien, esto es exactamente lo que ha pasado con las músicas de ambiente que se han puesto alrededor de la Navidad cacereña, en una infinidad de altavoces repartidos por todas la calles comerciales de Cáceres, cosa que han hecho los industriales, ya que aunque la luz corre a cargo de la Comisión de Fiestas del ayuntamiento, como corre la organización, la instalación de esa megafonía corre a cargo de la comisión de industriales que son los que se han unido para hacer más grata la Navidad a todos, cosa que les hemos de agradecer todos los cacereños. Pero así como han acertado en otras cosas, en esto de la megafonía no ha habido acierto y los primeros que lo reconocen así son muchos comerciantes que, tras intentar que esa música estuviera en un tono agradable de fondo, no lo han logrado, por las razones que sean, y al parecer en algún caso, lo único que han logrado es que se suprima del todo durante algún tiempo.
Nos consta que José Antonio Bravo, uno de los industriales que con gusto vio que se hiciera todo esto estuvo el día 24 y el 25 llamando a todos sitios, porque en las calles donde tiene el establecimiento y él mismo vive, no había quien aguantara la música, por su intensidad, ni aún dentro de casa, y las quejas del vecindario se las daban a él. Nicolás Javier, otro industrial de sobra conocido, nos manifestaba su indignación por la misma cuestión y nos decía lo difícil que es el que la música esté en tono bajo, no sé por qué razones técnicas, pero lo cierto es que en plena calle a veces no podía hablarse y  que más que ambiente de Navidad lo que se ha conseguido es convertir el centro en un ferial inaguantable, aunque haya sido con buena intención.
Diario HOY, 27 de diciembre de 1985

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.