
Más de 75.000 camas estaban por hacer al mediodía de ayer a cuenta del
novelón: “Los ricos también lloran”,
mejicano y lacrimoso que más no cabe; se estiman en unas 25.000 cestas de la
compra que no se hicieron en los mercados, arreglándose todos con unos huevos
fritos, por atender a la “cesta de la
compra” televisiva que es sumamente interesante. Cuando las amas de casa
esperaban levantar cabeza, en el momento de ofrecer la “repe” de “Estudio Estadio”,
se hizo el recuerdo de que, al terminar, comenzaría la serie “Dinastía” que tantos buenos ratos nos
han hecho pasar a todos, con las maldades de la familia Carrington, y ¿cómo
podría perderse nadie tan interesante serie?. Total que, si los programas de
radio acompañaban y distraían sin mayores perturbaciones, los de la tele
matinal atentan directamente al equilibrio familiar. Carlo que lo de ayer era
por novedad, aunque lo malo es que se adquiera la drogavisión tan de mañana y acabemos con un serial propia que puede
titularse: “Los maridos también lloran”.
Diario HOY, 14 de enero de 1986
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