Todos estamos entusiasmados con lo bonita que está la Ciudad
Monumental sin un vehículo aparcado en su plaza de Santa María y sin ningún
tráfico por ella, todo ello a cuenta de unas obras que se están realizando en
el pavimento de esta plaza y que han provocado esta situación en la que llevamos
alrededor de unos 15 días o algo menos.
Las mismas autoridades, convencidas de que esto es muy positivo para
el turismo, manifiestan que habrá que llegar a esta situación algún día. El
concejal delegado de Policía y Tráfico, Roncero, así nos lo decía y el propio
alcalde, Juan Iglesias, ha hablado una vez más de que a eso hay que llegar y
que hay que estudiarlo, para dar tarjetas de residentes a los que viven en esa
parte y consentir sólo el paso por ella de determinados vehículos y en
determinadas circunstancias.
Todos estamos convencidos de que esto es bueno para el futuro del
turismo, máxime si declaran a Cáceres, como se ha solicitado, “Patrimonio de la Humanidad”, pero nadie
pasa a ponerle el cascabel al gato porque hay una serie de intereses creados
con los propios aparcamientos de centros oficiales que existen en esa parte a
los que no hay quien se atreva a decir: “Desde
mañana usted no puede aparcar en la ciudad monumental, deje el coche fuera de
ella y vaya andando que es muy sano y bueno para el corazón”. Contados así
de memoria están: el Gobierno Miliar, la Junta de Extremadura, la Delegación de
Cultura, el Rectorado de la Universidad, la Facultad de Derecho la Jefatura de Carreteras, la
Diputación con dos centros, aparte del Palacio Provincial, etc., etc. No creen
ustedes que es difícil decir a los que en esos centros trabajan, que tienen que
llegar andando, aparte de que hay quien diría: “Oiga, si quita un montón de aparcamientos, tendrá preparados otros para
acoger esos vehículos, aunque sólo sea por los derechos adquiridos”.
Diario HOY, 25 de enero de 1986
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