martes, 23 de enero de 2018

Un asunto de letras gordas


Me parece a mí que aquí estamos jugando a lo que dicen que juegan los actores, a que cada cual salga con las letras más gordas en los carteles anunciadores de la función, y si no “no juegan”. Dicho esto de otro modo: se pone por delante de la función a cumplir —por lo que podrían ser recordados en la Historia— los deseos efímeros de protagonismo y el salir en los carteles en letras gordas, para que el vecino de al lado “que dijo de mí que yo era un piernas, se entere de lo importante que soy ahora”. No sé si es o no es este el caso que está a punto de ocurrir con el tren “Ciudad Monumental de Cáceres”, que se pretendía financiaran RENFE, Diputación y Consejería de Turismo, del que ahora el consejero y cacereño de pura boca que es José Luis Torres, dice que no está muy decidido a patrocinar “debido al escaso tiempo transcurrido desde la recepción del informe por la Consejería de Turismo, Transporte y Telecomunicaciones”. No parece si no que José Luis tarda menos tiempo en aceptar la suspensión de trenes que en decidirse a crearlos, aunque otros le ayudan a ello, o precisamente porque el asunto no se le ha ocurrido a él, porque no cabe pensar otra cosa.
Creo que un consejero de Turismo, al que durante su mandato le han suprimido unas de las líneas más importantes de trenes de Extremadura, le han escamotado —de una forma u otra— la única línea aérea que había en la región y cuyo funcionamiento sigue en el “ya veremos”, no debería poner la más mínima pega a la creación de algo que a Transportes y Turismo se refiera y se pretenda crear en la región. Si José Luis Torres no lo ve así, es porque el humo del puro lo tiene obnubilado o por lo de las letras gordas y el cartel que decimos al principio. Aprecio a José Luis y por ello, desearía que su gestión tuviera más consistencia de futuro.
Diario HOY, 1 de julio de 1986

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